Problemas de decisión

Nunca se sabe cuándo puede llegar el momento, esta noche entre vana superficialidad velada levemente por una capa de alcohol me he puesto a pensar sobre la oportunidad e inoportunidad de las cosas. Mientras tanto y viendo el exitazo de mis últimos posts sigo en qué le dice a uno que ha llegado el momento. Porque yo nací con el don de la inoportunidad. Tengo la extraña habilidad de hacer siempre justo lo contrario de la acción que me conduce al éxito. Además siempre con las peores consecuencias posibles. Viejos dilemas que no tienen nuevas soluciones, simplemente estan ahí: indecisión y desconfianza. Dejar las cosas evolucionar o simplemente moverlas tú mismo, aunque pensándolo bien, da igual porque puede que la evolución de las cosas sea que uno mismo las mueva. Como decía Nietzsche: Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los "cómos". En fin, tengo mucho sueño...

Saludos.