Beber para olvidar...

Hoy, quiero exponer mi propia tesis sobre el alcohol y sus efectos. No pienso sentar cátedra, hablaré de cosas por todos conocidas pero me apetece hacerlo y como tengo esto para eso, lo hago.

El alcohol no hace que uno olvide las penas, eso es mentira. Lo único que hace es provocar una depresión multiplicada cuando se tienen. Llega un punto a mitad de borrachera, en la cuarta copa o así en mi caso, en que aún se conserva la plena consciencia y los efectos depresivos del alcohol se hacen perfectamente patentes. En mi tesis, ese punto se llamará "depresión de la cuarta copa". No falla nunca cuando llevo preocupaciones y/o malos rollos en la cabeza.

Quiero dejar claro también, que cuando esos malos rollos no están presentes este estado no llega, por lo que obtengo la conclusión de que nada de esto lo provoca el alcohol. Lo único que ocurre es que el alcohol lo saca a relucir sin filtros. Alegría extrema, tristeza extrema sin filtro consciente. Este "filto consciente" no deja de ser parte de nosotros, por tenerlo no somos unos reprimidos, es una autorrepresión necesaria.

Muchas veces en estos momentos aparece el fenómeno de la "mirada de 2000 metros". Stanley Kubrick nos habla de ella en "La chaqueta metálica" o vulgarmente "La chupa de chapa". Cuando están en el campamento y bravuconean sobre los que han estado en el "fregao". Uno de los personajes dice "Tú no has estado en el fregao porque no tienes la mirada de 2000 metros" a ello Rompetechos responde "¿qué cojones es eso de la mirada de 2000 metros?" y el otro contesta que cuando se ha estado en el "fregao" a uno se le queda la mirada 2000 metros más adelante de donde deberían. Para resumir esto, baste decir que se busca fijar la mirada en un lugar neutro para no molestar a nadie.

En fin quede esto como explicación y desmentido de los mitos sobre el alcohol y su capacidad para hacer olvidar las penas.

Muchos besos, abrazos y saludos para todos.

Brave me espera...