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Minyatur

4:56

Hoy gloriosa madrugada de 15 de Enero de 2005 llegamos sanos y salvos de una salida por Madrid llena de vacío y de futilidad.

Vagando por la inmensidad de mi memoria, que es realmente muy grande, y por la planicie de la superficialidad controlada por la cocaína y el alcohol me doy cuenta de dónde están las cosas realmente importantes. No importa a dónde vaya ni lo que haga, siempre llevo conmigo ese peso, ese maravilloso peso que me hace recordar que sigo vivo.

Hace mucho, mucho tiempo que no me alegraba tanto de alegrías baldías en cualquier lugar, sigo aprendiendo, sigo viendo y pensando. ¿En qué? No lo sé. Hay tantas cosas que llenan mi cabeza que apenas soy capaz de distiguirlas entre ellas. Creo que el punto de mi saturación está cerca pero veo que puedo cargar con más y más cada vez. Es una reflexión que no tiene objeto, pero que muestra bien a las claras que en mi mente se esta comenzando a haber canas y que tarde o temprano aparecerá ese terrorífico sentimiento que ya he tenido ratos. No sé si se me entiende ni si quiero que se me entienda. Realmente me da igual, sólo veo que mi carga está esperándome y que estará mucho tiempo conmigo, estará siempre.

Nadie cree en nada ya... me parece triste, aunque yo jamás haya creído en nada, absolutamente en nada.

2 comentarios

Minyatur -

La asuncia de fe en las cosas no tiene porqué ser mala.

Lo único es que paso por una época en la que estoy decepcionado con muchas cosas.

Cada vez que pienso que algo saldrá no sale, así que ahora no pienso que saldrá nada. Menos desilusión. Vivir al día como los de la coca del garito este.

Saludines.

Luiyo -

Los garitos que se basan en la superficialidad es lo que tienen...

Y no estoy de acuerdo con el último párrafo.