Noche trascendental
Esta noche, con dos colegas he estado admirándome de porqué las relaciones se rompen. Cosas que parecen no tener importancia que finalmente son capitales. En definitiva cuando a uno le piden algo ilógico esta bien no dar tu brazo a torcer. Aunque, para qué engañarnos, cuando hay amor de por medio la lógica no tiene mucho que hacer. Finalmente y antes de irme a la cama, me planteo hasta que punto hay que llevar ceder en las cosas, es decir, en qué momento dejas de ser tú y te conviertes en lo que el otro quiere (de eso algo sé). Y eso, claro está, se convierte en el principio del fin, del fin de uno mismo o del fin de los dos. Dilemas morales que no tienen solución. ¿O si?
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Minyatur -
Luiyo -